sábado, 15 de octubre de 2011

MIEDO A NO VOLAR


Quietos, uno frente a otro
no nos movemos.
Alimentando el placer del silencio
me sorprendo
mostrándote con la vista el universo,
mientras mi cobardía de ti
oculta mi cara
buscando esconderla
por detrás del viento.

Descubro que la naturaleza
casi enfría el sentimiento.
Busco con fuerza un simbolismo:
escucha cómo hablan las olas en la orilla,
recordarás que su sonido
lleva el color de nuestro anoche
lleno de palabras
que nunca pronunciaremos.

Tú al fondo, como un espejismo
me lanzas una idea, sonriendo.
Y entrelazadas las alas transparentes
de las imágenes
haces que mi tiempo transcurra
mucho más lentamente.

Todavía sin movernos
se desarrollan juntos nuestros pensamientos;
su espíritu,
metamorfosis de sol y de luna,
busca con miedo
tus ojos en los míos.
Una sola vez es suficiente
para reconocernos en un punto,
disfrazados los cuerpos
de una total intersección
en la pausa final
de nuestro mutuo abandono.


Idilio de creación , 1991

Editorial Torremozas, Madrid.
Colección Cuadernos de Olalla


En los 90's escribía sobre acontecimientos de los 80's, que yo los viví con mucho hermetismo y mucha mudez en contraste con las movidas nocturnas

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